Viaje sagrado por Jerusalén: El Santo Sepulcro
Jerusalén es considerada una ciudad sagrada para los cristianos, judíos y musulmanes, y dicho reconocimiento es dado a los numerosos acontecimientos religiosos que se dieron allí a través de la historia. Millones de personas realizan turismo religioso en Israel, ya que allí se encuentran sitios sagrados e históricos tales como el Muro de las Lamentaciones, las Murallas de Jerusalén, la Torre de David o la iglesia del Santo Sepulcro.
Los acontecimientos religiosos sucedidos en la ciudad la han posicionado como una de las más importantes, declarando la Ciudad Vieja de Jerusalén Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 1981.
Una de las principales referencias es la Vía Dolorosa, una calle de la Ciudad Vieja de Jerusalén por la que Jesucristo caminó arrastrando la cruz sobre sus hombros antes de ser crucificado. Allí se encuentran nueve de las quince estaciones del Viacrucis, mientras que las demás se encuentran dentro de la Iglesia del Santo Sepulcro, el sitio sagrado del cual hablaremos en este blog.
Partiendo desde el jardín de Getsemaní, en el Monte de los Olivos, la Iglesia del Santo Sepulcro –también conocida como la Iglesia de la Resurrección– se encuentra al final del recorrido, siendo el lugar más sagrado para el cristianismo ya que, según la tradición, allí fue crucificado Jesucristo.
En la basílica conseguirás sitios sumamente sagrados como el Gólgota, conocido también como el Calvario, el montículo donde se dió lugar la crucificción. También se encuentra la piedra donde Jesucristo fue ungido antes de ser sepultado, y aún más importante, el sepulcro donde fue enterrado, y donde se dice que resucitó al tercer día.
Para llegar al Santuario del Santo Sepulcro, dirígete a la zona central de la ciudad vieja amurallada de Jerusalén. Actualmente la iglesia está situada dentro de la muralla, pero en la antigüedad esta se encontraba situada a las afueras de la misma. Hoy día está localizada en el límite entre los barrios judío y musulman de la ciudad.
Puedes acceder a ella también por la zona alta de tejados, donde podrás recorrer diferentes capillas y rincones manejados por comunidades greco-ortodoxas y armenios, sirianos ortodoxos, entre otros. Conseguirás también el Convento San Salvador, hogar de la conocida Custodia franciscana de Tierra Santa, nombrada por la iglesia católica en 1342 como los Guardianes del lugar santo.
En el Santo Sepulcro podrás acceder desde unos escalones empinados al monte Gólgota, además podrás apreciar la capilla de la Crucifixión, y el altar ortodoxo-griego del Calvario. Uno de los sitios más interesantes de observar es la piedra donde se colocó la cruz, y verás a muchos fehacientes orando en el sitio. Podrás también tocar la Piedra de la Unción, donde Jesucristo fue ungido luego de bajarlo de la cruz.
Por último podrás visitar el Edículo del Santo Sepulcro, lugar donde se supone que se enterró a Jesucristo. Para llegar allí deberás acceder a la Rotonda, donde conseguirás una gran cúpula y una planta circular, y en el medio, el Edículo junto a una pequeña capilla. Esta fue primeramente construida por los franciscanos en el siglo XVI, pero años después los ortodoxos griegos realizaron una pequeña construcción allí.
Definitivamente visitar Jerusalén es una experiencia única, ya que la mezcla de culturas junto a la historia sigue persistente en el día a día de sus habitantes. Siglos han pasado y las creencias siguen intactas, recibiendo millones de visitantes anualmente que buscan visitar los sitios sagrados que la ciudad y el estado de Israel ofrecen.
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